Ya he hablado en no pocas ocasiones aquí del oscuro futuro que les espera no sólo a las motos de gasolina en general, sino, sobre todo, a las de 125cc en primer lugar.

Por si es la primera vez que me lees, te lo resumiré en plan rápido: las motos del octavo de litro serán las primeras víctimas mortales de la transición a la movilidad electrificada.


¿Por qué digo esto?

De nuevo, explicación breve: porque la normativa anticontaminación europea es como la espada de Damocles que va a acabar en pocos años con todos los motores de combustión, y las motos de 125 no tienen apenas recursos para conseguir pasar el corte de las emisiones de CO2.

Situar las cotas de emisiones por debajo de los niveles máximos permitidos conlleva pérdidas de potencia, debido a la necesidad de utilizar catalizadores más cerrados en los tubos de escape.

Mientras que en otros segmentos superiores se van haciendo ajustes para ir cumpliendo con las leyes (optimización del consumo, rebajas de peso que redundan en lo anterior, aumento de cilindrada para compensar la pérdida de potencia…), en las motos de 125 los recursos para ir adaptándose se van acabando ya.

Obviamente, el aumento de cilindrada es imposible por cuestiones de carnets… y la optimización del consumo o el peso en estas máquinas son áreas en las que hay muy poco margen de maniobra.

Como probablemente sabréis, el 1 de enero de 2021 entra en vigor la nueva normativa antipolución Euro 5. Pese a que recientemente se anunció que el año que viene será un período de prórroga para seguir vendiendo los modelos Euro 4 (por aquello del coronavirus), esto sólo afecta a los restos de stock de 2020. En ningún caso se podrán seguir fabricando nuevas unidades Euro 4 en 2021.

Ante este panorama, y teniendo en cuenta que estamos ya en diciembre de 2020, a mí me resulta muy sorprendente que no tengamos noticias por parte de muchas marcas sobre qué panorama nos vamos a encontrar en el mercado en cuestión de menos de un mes.

¿Qué modelos sobreviven a la matanza de la Euro 5 y cuáles desaparecen para siempre? ¿Qué potencias van a desarrollar los que logren adaptarse?

Este tema está ahora mismo inmerso en un oscurantismo enorme. Si bien marcas como Honda o Yamaha sí nos han contado buena parte de sus planes… poco o nada sabemos del resto, y eso me parece una falta de seriedad importante, porque es obvio que el motivo es porque ni ellos mismos lo tienen demasiado claro.

¿Cómo es posible que en diciembre de 2020 no estén en condiciones de anunciar qué gama van a tener en 2021? ¿Qué clase de planificación empresarial bananera es esa?

A mí esto me alucina bastante, la verdad. Para mí, la diferencia entre las marcas que han anunciado sus planes y las que no, marca la frontera entre las firmas que son profesionales y las de andar por casa, las que se toman mínimamente en serio la comunicación con su público y las que van a salto de mata, a lo que vaya surgiendo.

Y claro, así pasa… que al sector de las motos no lo toma nadie en serio. ¿Cómo va a ser de otra manera si ni ellos mismos respetan su negocio? ¿Te imaginas que Apple dijera: a partir de mañana ya no se venderá ningún modelo de móvil actual… pero no sabemos qué venderemos el día siguiente?



Es que es inconcebible, vamos.

La cuestión es que ahora mismo lo que reina en la clase de las motos de 125cc es la incertidumbre total. Hay muchos modelos que ya en 2020 tenían potencias alejadas del tope de potencia permitido por normativa de 15 CV de potencia. De cara a la Euro 5, va a ser complicado que veamos muy a menudo ese número en las fichas técnicas.

Los motores más sencillos, refrigerados por aire y (generalmente) de origen chino, que ahora estaban rondando los 10 CV o incluso menos, las van a pasar putas para seguir vivitos y coleando… porque mucho me temo que, de evolucionar a Euro 5, lo harían con prestaciones no mucho mejores que las de un ciclomotor y eso ya es un hándicap importante.

Esto puede desembocar bien en unas gamas cada vez menos atractivas para el consumidor (técnicamente hablando)… o bien en la despedida de muchas de esas motos neoclásicas que han venido poblando últimamente la categoría del octavo de litro. Tengo curiosidad por ver qué hacen ahora. ¿Se llenará el segmento de modelos con 9 ó 10 CV? Mal rollo…

Y respecto a cosas que me han sorprendido gratamente, podemos encontrar a la ejemplar adaptación que Honda ha hecho con su CB125R 2021.


Al contrario de lo que va a ser norma general, este modelo en vez de perder potencia, la va a ganar. Va a pasar de desarrollar 13 CV a casi 15 (14,75 exactamente), gracias al empleo de un nuevo motor de cuatro válvulas (antes eran 2). Y no contentos con ello, le han calzado una señora horquilla invertida Showa SFF Big Piston de 41 mm de diámetro, la misma que utilizan las CBR650R y CB650R.

Ojito a eso.

Por supuesto, tanta maravilla no puede venir sin malas noticias asociadas. Está claro que lo que ha decidido Honda es posicionar este modelo como un representante premium (por si no lo era ya), y ahora pasará de los 4.275 € que costaba antes a los 4.625 € que tendrá que desembolsar quien se la quiera llevar a casa en 2021.

Oye, podremos decir que es cara y todo lo que queráis, pero yo me quito el sombrero ante la jugada. Si la moto ya era de lo mejorcito entre las 125, ahora lo será mucho más… y a nivel de precio sin duda se sitúa ya en la franja del dolor intenso, pero aún está lejos del surrealismo de los 5.100 € que costará una Yamaha R125 2021.

Otras adaptaciones ejemplares son la del scooter Honda Forza 125, que seguirá con sus 15 CV, o la del superventas Yamaha NMax 125, que mantiene su potencia de 12,2 CV, reduce su consumo gracias al sistema Start&Stop, y amplía equipamiento por un precio muy razonable de apenas 3.300 €. Así sí se hacen las cosas.


La conclusión que yo saco de todo esto es que el panorama motociclista está atravesando por tiempos convulsos. Incluso esta adaptación a la Euro 5, que las marcas ya deberían tener más que planificada hace años, está suponiendo grandes quebraderos de cabeza. Esto va a ser la tumba de muchos modelos minoritarios… y el octavo de litro está lleno de modelos minoritarios.

En fin, así están las cosas. Lo único que nos queda es asumirlo y hacernos a la idea de que estamos ante los últimos años de las motos de gasolina… porque el día en que llegue la Euro 6, que llegará más pronto que tarde, entonces sí será el acabose.

Disfrutad de vuestras monturas y cuidadlas con mimo.

Pablo Ortiz
akiramotos.com