(Nota: este artículo fue publicado originalmente el 17 de julio de 2020 en el grupo de Facebook Motos 125 y Gas)

Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artículo de Biker Editor.

Hoy quisiera contaros una historia.

Una un poco extraña, con muertes, zombies y resurrecciones milagrosas. Y no, no se trata de un capítulo de The Walking Dead, sino de la historia más reciente de Derbi, la que fuera, probablemente, la marca española más relevante de la historia y que acabó, sin embargo… mal, muy mal.

Acompáñame si quieres conocerla.

No voy a relatarte la historia completa de Derbi (cuyo nombre proviene de DERivados de BIcicleta), pues comienza en 1922 y es algo que excede en mucho la capacidad de este artículo. Para eso ya tienes a la Wikipedia y a Google, pero todos sabemos de los éxitos deportivos de esta marca española.

De la mano de Derbi, nuestro deportista más laureado, Ángel Nieto, ganó 5 de sus 12+1 Campeonatos del Mundo. Sin embargo, parece que no fueron suficientes para las instituciones, y fue sistemáticamente ninguneado, pues nunca recibió el merecidísimo galardón Príncipe de Asturias de los Deportes. En comparación, a Fernando Alonso se lo concedieron con un sólo título. Cosas veredes, amigo Sancho.

A pesar de una dilatada trayectoria de éxitos deportivos y comerciales, a las puertas del siglo XXI, Derbi buscaba apoyo tecnológico para el desarrollo de un nuevo motor de 125cc, y esto acabó de un modo extraño con la compra por parte del Grupo Piaggio del 100% de Derbi en 2001, sin poner una sola peseta, a base de acciones.

Piaggio aportó a la marca española, aparte de sus motores, varias generaciones de modelos modernos y adaptados a los nuevos tiempos, lo que incluía tanto motos de marchas como scooters. Actualizó su imagen corporativa y posicionó a Derbi en el mercado como una suerte de Seat de dos ruedas, bastante enfocada hacia un público joven, con cierto espíritu deportivo y dinámico.

Durante esta etapa en el mercado, Debi lanzó algunos modelos revolucionarios, como el scooter de 49cc (con transmisión por cadena) GP1, o la moto de mayor cilindrada de su historia: la Mulhacén 659 (con motor Minarelli-Yamaha, por cierto), de la cual hubo una versión especial dedicada al propio Ángel Nieto.

Oh, y también un tal Marc Márquez (quizás te suene) se llevó el Campeonato de 125cc en 2010 con Derbi, poco antes de que dicha categoría se convirtiera en Moto3. Y desde entonces el jodío parece que le cogió el gustillo a eso de ganar.

De aquella fructífera etapa también surgieron modelos de 125cc tremendamente interesantes: la GPR, la Senda R/SM/Terra/Terra Adventure, la Mulhacén/Mulhacén Café… todas ellas con atractivos diseños y propulsadas por un motor Piaggio refrigerado por agua, con 4 válvulas, doble árbol de levas y en el límite de los 15CV de la categoría.

Sin embargo, Piaggio, en su gestión, cometió un fatal error. Dentro de su paraguas de marcas estaba también Aprilia, con un posicionamiento de marca muy similar al de Derbi, pero con una gama más amplia, pues contaba hasta con superbikes como la RSV 1000 o la Tuono.

Esto produjo no pocos absurdos, pues Derbi y Aprilia compartían varios modelos que eran exactamente los mismos, con el mismo propulsor y dirigidos al mismo público, pero cada uno con su propia marca. Esto supuso un desgaste y una pérdida de personalidad para Derbi, y no pocos optaban por comprar Aprilia antes que por Derbi, aunque sólo fuera por una imagen un punto más madura.

Cuando llegó la crisis de 2008/2009 (y años sucesivos), las ventas de todas las marcas se fueron a pique y Piaggio decidió matar a Derbi. No literalmente, pero en la práctica, sí. En 2011 ya se sabía que el cierre acechaba, y en 2013 trasladó su producción de la factoría de Martorelles (Barcelona) a Scorzé (cerca de Venecia), cargándose de un plumazo a los 150 trabajadores españoles.

Ya tenemos a los cadáveres de nuestra historia.

Derbi, aunque oficialmente seguía viva, fue liquidando stock y eliminando prácticamente toda su gama, hasta quedar reducida a poco más que la nada. Hay que apuntar que Aprilia también resultó muy dañada de esa época (aún hoy se está recuperando), pero sobrevivió con más dignidad, canibalizando todo lo que se podía haber vendido en Derbi.

Aún hoy, en 2020, Derbi sigue supuestamente en activo, con un solo modelo de ciclomotor (Senda) en 4 ligeras variantes, que básicamente son todas iguales. Incluso yo mismo, que sigo muy de cerca la actualidad del mercado, he tenido que cerciorarme de que la marca sigue con ese hilillo de vida.

Así pues, Derbi acabó siendo un zombie en el mercado.

Pero, bueno, no todo iba a ser malo en esta historia.

Hace tres años, una nueva y desconocida marca por estos lares, UM Motorcycles, presentaba unos modelos que eran un calco de las antiguas Derbi Senda/Terra/Terra Adventure/Mulhacén (sólo faltaba la GPR), aunque con vinilos de diseño discutible. Y todo el mundo pensó lo mismo: otra vez los chinos plagiando…

Pero no, no es así.

La realidad es que Piaggio vendió algunos de sus diseños industriales y las matrices de su motor de 125cc a Zongshen, un gigante asiático que fabrica más de 1.000.000 de propulsores al año y los provee a muchísimas marcas pequeñas a lo largo de todo el globo, lo cual incluye a UM Motorcycles.

Los detalles del acuerdo se desconocen, pero dichos motores no se han montado (que yo sepa) en otros modelos que no sean los diseños de origen Derbi. Es más, se han actualizado con alimentación por inyección y ahora superan la norma anticontaminación Euro 4 (en origen eran de carburador para la Euro 3), y siguen ofreciendo 15 CV.

UM es una marca estadounidense relativamente reciente (2000), que aterrizó en España en 2017. El resto del catálogo de UM son casi todo motos custom y bien merecen que les eches un vistazo si no las conoces. Éstas llevan también motor Zongshen refrigerado por agua, pero otro más modesto, de 12CV (más que suficiente).

Los modelos provenientes de Derbi conforman el tope de la gama UM y, francamente, es una buena noticia saber que siguen ahí. Nunca debieron desaparecer. Incluso los poseedores de las Derbi 125 originales los usan ahora como proveedores de repuestos económicos.

De alguna manera, el espíritu de esos modelos 125 de Derbi sigue vivo, reencarnado ahora bajo otra insignia, y ojalá algún día la marca original resurja de sus cenizas, pues merecía mejor destino que vagar por el mercado cual muerto viviente.

Pablo Ortiz
akiramotos.com